Hoy no te enseñaré nada nuevo


asi me veia facebook en 2012

Porque no es nuevo, otros ya lo sabían

Porque no fui yo quien me lo inventé. Sólo he ido adquiriendo el conocimiento con el paso de los años, la experiencia y la perseverancia. Sí, no soy insistente, soy persistente.

No te enseñaré que de la propia actitud proviene la respuesta del interlocutor. Algo así como «yo le hablo como usted me trate», pero a la inversa. Leí dos tomos sobre PNL cuando estaba iniciando la moda que hoy se usa hasta para cocinar. Venía de la estantería de libros de autoayuda y esoterismo, con un título bastante llamativo «PNL, manual de brujería para principiantes, Tomo I, y avanzados, Tomo II». Quizá los de la PNL tienen razón y debamos reconocer las consecuencias de nuestra manera de actuar, de saludar, mirar, hablar, callar y hasta poner los brazos y usar las manos de determinada manera. La brujería consiste en ver al otro y actuar como él, para lograr lo que tu quieres. Pero eso no te lo enseñaré yo. Tampoco te enseñaré que hay un libro hasta tonto pero con un mensaje profundo, «El Secreto», que también se consigue entre las estanterías de esoterismo y auto ayuda, como si fuese problema psicológico el compartir el conocimiento de las reacciones que causamos con sólo pensar. Los profesionales de la física hablan de acción – reacción. Los esotéricos de causa y consecuencia. El Secreto funciona.

Y también te diré que sí funciona saludar, funciona sonreír, funciona tener actitudes positivas frente a problemas del momento. Y todos son del momento. Porque todo pasa, y después de la tempestad, llega la calma. La ira no conduce a nada, y cierto es lo que dice mi madre, el problema es de quien se enoja, que debe desenojarse. La rabia se nota, en lo real y en lo virtual. Se nota en los comentarios, se nota en la agresividad del que se siente seguro detrás de la pantalla, se nota en el descontento y en lo que comparte, se nota, sólo se nota.

¿Sabías que hay algoritmos que miden tu estado de ánimo? Alguna vez, cuando fue público, logré capturar un pantallazo sobre mis publicaciones de Facebook en donde se me calificaba me calificaba como inquieta, severa, innovadora, eficiente y extrovertida. También logré captura un gráfico en donde me clasificaba -con amigos similares- como neurótica (85% de mis publicaciones), debido a la cantidad de palabras negativas en mis publicaciones, como no, nunca, jamás; abierta (80% de mis publicaciones), por las temáticas que abordan; extrovertida (52% de mis publicaciones), por temas tabú o de movilización ciudadana, amabilidad (18% de mis publicaciones, me matan; y conciencia y conocimiento (58% de mis publicaciones) por las afirmaciones y sustentaciones en comentarios y publicaciones que compartía. Menos mal borraron la herramienta, por lo menos a la vista del público. Eso me ayudó a entender que ciertas palabras escritas, como en el lenguaje corporal y verbal de la PNL, en efecto, son palabras que deben ser usadas con cautela. No lo pongas en duda, suprimí la lista de amigos similares, mira la foto que acompaña la publicación. Ahí está el pantallazo. Sí. quedé sorprendida, una máquina me clasificó sin conocerme y, cuando lo entendí, cambié de actitud, sin haber pasado por el siquiatra.

Varios años atrás, una chica que conocí me envió más de 10 libros, de las mismas estanterías aquellas, y empecé por los dos últimos. «Autoanálisis». Jugué a la tabla de actitudes y la línea sintonía, y al leer aquellas actitudes que no tenía, entendí también que debía soltar las que no quería y alcanzar las que me gustaban para lograr de esta vida una sinfonía a mi alrededor. Y vivo así, en un mundo real para todos, y virtual para algunos, expandiendo el conocimiento y tocando temas difíciles como los políticos y la vida nacional e internacional; los ciudadanos y la participación en la construcción de lo público; el agua y el acceso universal, la descontaminación y el cuidado de cuencas hidrográficas; la energía y la transición energética a modelos sostenibles de desarrollo minero energético y eléctrico; la soberanía alimentaría, los alimentos genéticamente modificados, las semillas sin genes de reproducción y el uso de plaguicidas dañinos con el ambiente que sólo cuidan ese tipo de semillas, como el glifosato, la denuncias sobre farmacéuticas y empresas de alimentos que administran el mercado global de bebidas azucaradas, alimentos procesados; y, por qué no, una que otra mejor práctica.  😏 (En otras herramientas de publicación no pude poner el emoticón)

Y que no se nos olvide, la ciencia, la tecnología y la innovación; temas que además del desarrollo sostenible, me apasionan y del que hoy tampoco te enseñaré.

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